Todos los caminos llevan a tiendas de alfombras

Quien dijo que todos los caminos llevaban a Roma obviamente quiso  decir que todos los caminos llevaban  a tiendas de alfombras.

En Marruecos, y sobre todo en los puntos más turísticos, muchos nos intentarán atraer con ciertas mentirijillas amistosas hacia sus tiendas o casas para comprar sus productos, en este caso, el tema va de alfombras.

Aunque pienses que no te la van a colar por ningún lado, te aseguro que a veces estas historias son tremendamente originales. La primera vez que te ves en una tienda vestido con ropas típicas, bebiendo té verde con menta y viendo alfombras una detrás de otra, la cosa tiene su gracia, pero cuando insisten día tras día... apaga y vámonos.

Veamos algunas de las "trampas" más típicas:

1. ¿Te gusta este producto? Yo te hago precio de amigo. Ven a tomar un té a mi casa.

Con ganas de conocer la hospitalidad árabe son muchos los viajeros que acaban accediendo a tal invitación. Una vez llegas a su casa, te presentan a su mujer, al hermano de su mujer, al vecino de la prima de su mujer y al primo segundo de éste último. Comienzan sacando té con pastas seguido de  una pequeña exhibición acerca de las palabras que saben en tu idioma y la cosa culmina, como no, con todas las alfombras tiradas por el suelo más papel y boli en mano para regatear. Pero... ¿no habíamos venido a por mochilas? No, en Marruecos "mochila" significa alfombra al igual que "bag" o "sac".

2. Coche averiado en mitad del Atlas.

Para llegar al desierto desde Marrakech hace falta atravesar la cordillera del Atlas, y durante el camino son muchos los que fingen una falsa avería. Siempre suelen estar con mujeres para dar más confianza, y te cuentan la historia de que se les ha averiado el coche y han llamado a unos familiares para recogerles, pero al estar trabajando van a tardar horas en llegar. Una vez los tienes montados en el coche todo son agradecimientos, hasta el punto de insistir en tomar un té con toda la familia. Al llegar a la casa te reciben cual embajador y todo son sonrisas, pero... ¿que ha pasado con el hombre tan agradecido que recogiste y que te dio conversación durante horas? Una vez te empaqueta a sus amigos, si te he visto no me acuerdo.

3. Ven a ver como fabrican esta artesanía.

Es muy típico que un transeúnte con el que hayas iniciado conversación te ofrezca acompañarte al lugar donde fabrican las artesanías típicas de la región, que al parecer suele ser en una tienda de alfombras.

 

4. Soy el marido de la mujer que cocina en el Riad donde os alojáis. 

Suelen esperar cerca de los riads para engañar a los turistas con estas milongas. El resto de la historia ya la sabéis.